DÍA TRES MIL CUATROCIENTOS SESENTA Y cinco.
“Debía de buscar un sitio para dormir, pero la noche era
oscura, y casi no podía ver con claridad. Sin saber qué podía hacer, supuse que
lo mejor sería que me echara a dormir un ratito, hasta que amaneciera y los
primeros rayos de Sol guiaran mi búsqueda…”
(…)
La noche era oscura, pronto sería Luna llena, lo presentía.
Caminaba tranquilamente por el bosque después de haber saciado mi apetito. Me
subí encima de una cabina telefónica para mirar alrededor, cuando ví algo.
—¿Eh? , ¿qué es
eso? —me pregunté. Los bosques de Moon siempre solían estar bastante vacíos
incluso de día, no me esperaba encontrar a.. ¿una chica?.
Después de estar
un rato observando desde esa altura, me propuse a bajar, quizás era una pobre
vagabunda o un cadáver. Últimamente había habido varios asesinatos en esa
ciudad.
—Ya no es una
ciudad tranquila— suspiré— Ojalá todo volviera a ser como antes..
Un ruido me sacó
de mis ensoñaciones. La chica se había movido para cambiar de postura e hizo
también un ruido raro. Estaba roncando.
—Vaya, está buena y todo — se me escapó una sonrisilla. — Hacía mucho tiempo que no veía chicas así— inquirió. Mi cerebro reaccionó y ordenó a mis piernas que dieran un salto y me pusiera en frente de ella. Algunas ideas alocadas recorrían mi mente, — Cálmate, — me dije a mí mismo. — Ya no eres aquel chabal de antes, piensa las cosas antes de hacerlas.
Me agaché y la
observé con detenimiento…
—Vaya, ¿tiene el
pelo azul?, está claro que no es de aquí…— Luego pensé que quizás se lo había
podido teñir, tampoco era una cosa tan rara. — Y.. ¿esos tatuajes? — Me fijé
que tenía uno dibujando como el mar o unas olas en su pierna izquierda y casi
la ocupaba toda la pierna. Y luego los tatuajes de los brazos eran flores o
cosas raras. Aunque debía de admitir que había algo en ella o en su ropaje que
me hacía sentir terriblemente atraído hacia ella. — Eso es que llevo demasiado
tiempo sin ver a una tía decente — me dije a mí mismo.Y era verdad, hacía mucho
tiempo que no estaba con una chica.
Nada más decir
eso, la chica abrió sus ojos.
—Mierda, te
desperté. Lo siento, no te asustes, no te voy a hacer nada — lo dije tan
deprisa todo que casi me atraganté. ¿Qué me pasaba?.
La
chica por el contrario actuó de una manera muy rara. Sin decir ni una palabra
se reincorporó, y sentada puso una ¿pose?... muy rara.
—No te preocupes—
dijo— no me asustas lo más mínimo.
—¿Qué? — ¿de qué
iba esa tía? Te encuentras a un desconocido observándote en un bosque y tú no
¿haces nada? — esto.. yo ya me iba, es que como estabas aquí pensaba que te
había pasado algo.
—Pues.. ¿gracias? ,
la verdad es que no sé que decirte. — dijo sonriendo.
—¿Estás bien?
¿Necesitas un médico? — Ya no sabía ni qué decirle, su actitud pasota me
desconcertaba. Pensé que igual era alguna drogadicta u algo por el estilo. Ella
no hacía más que mirarme como intentando “leerme”. Era una sensación muy rara.
Y la tía todavía más rara. Justo cuando la iba a decir algo mucho más borde me
fijé en su cara y en sus ojos.
—Vaya.. no me
había fijado en tus ojos.. qué ojos
tienes tan.. — no me salía la palabra. Nunca había dicho un piropo ni nada
romántico ni bonito a ninguna mujer. Yo era de esos chicos que pensaba que eso
era para críos. Cuando creces si tú le gustas y ella te gusta no había nada más
que hablar. Todas esas cursiladas sobraban. Al menos a mi parecer. Pero esos ojos..
eran especiales. Nunca en mi vida había visto esos ojos tan azules, grisáceos y
verdosos. Debí de quedarme mucho tiempo mirándola con cara bobo porque me cortó
en seguida.
—¿Qué pasa con mis
ojos? ¿Tienes algún problema más? Mira, mejor me largo a otro sitio donde no me
despierten cuando estoy descansando. — dijo de manera borde.
—Oh, vaya es
verdad. — qué poco respetuoso he sido. Si estuviera aquí mi hermano seguro que
me echaría la bronca: según él los hombres tenemos que ser caballerosos con las
mujeres. — Perdón, dame la mano que te ayudo a levantarte. — la extendí mi mano
para que la cogiera.
—¿Crees que
necesito tu mano para levantarme? — y dicho estó se levantó ella sola del suelo
con un movimiento ágil.
Pues sí que era
rara. Nunca en mi vida hubiera podido creer lo que me estaba sucediendo. Por
una vez que intentaba ser amable con una chica, y esta era reacia a todo. Solo
me quedaba intentar la última opción para ganar: llevármela a casa.
(…)
“No entendía la
actitud de ese hombre. Me miraba de forma rara y se comportaba de una forma
insoportable. Se veía a distancia que su carácter no era ese, y también que no
me iba a dejar en paz tan fácilmente. Cuando me levanté del suelo pude ver su
cara de incredibilidad. No entendía por qué. Si yo me podía levantar
perfectamente, ¿ por qué me quiso ayudar a levantarme? Su cara cambió
rápidamente a una sonrisilla pícara que tampoco entendía. ¿Acaso iba a volver a
intentar hablarme? Ya no sabía ni qué hacer para que se fuera.”
—Mira.. —empezó. —Creo
que no hemos empezado con buen pie… ¿qué te parece si olvidamos lo ocurrido y
nos presentamos como si nos acabáramos de conocer? — preguntó con una
sonrisilla picarona.
—Una gran pérdida
de tiempo. Por si no lo has visto no me apetece entablar más conversación. Hasta
luego o mejor dicho hasta nunca. Un placer haberte conocido, desconocido. —
dicho esto, pensé que ya el chico se hartaría y se iría. Pero no lo hizo.
—Vaya,
que contradictorio “un placer haberte conocido, desconocido”. — dijo imitando
mi voz. —No nos conocemos, en absoluto. — Su mirada se fijó en mis ojos .
—Pues que pena. —
le corté. —Tampoco quiero conocerte. —sabía que estaba siendo borde. Pero no
sabía qué más hacer. No había entablado conversación con alguien desde hacía..
muchísimo tiempo.
—Jajajaja— se
empezó a reír a carcajadas. —Vaya tela. Pues mira iré al grano y así te dejo en
paz.Te hago una pregunta y si me respondes, te dejo ir. —sonrió.
—Vale. — estaba ya
cansada de este jueguecito. Creo que iba a amanecer y todo.
—Está
bien. Me llamo Eidan, hijo de los Blake. ¿Y tú? —inquirió con curiosidad.
—Yo.. — ahora sí
que estaba en un lío. No tenía ni idea de donde procedía ni mucho menos mi
nombre. Pero de lo que estaba segura es que no le iba a contar mi historia a
este tipo tan desagradable. Tenía que pensar en algo, y rápido.
—¿Y bien? —el
chico se empezaba a mosquear. — Solo un nombre. Tampoco es tan difícil,
chiquilla.
—Me llamo.. — no
tenía ni idea de qué decirle..¿me inventaba un nombre? En ese momento mi
cerebro había dejado de pensar y no me venía ninguno a la mente. ¿Qué narices
le iba a decir? Entonces fue cuando tuve que buscar otra alternativa. Lo que no
sabía es que esa alternativa todavía me metería en más problemas.
—Eidan.. ¿no? —pregunté.
—Sí. — se notaba
cansancio ya en la respuesta del chico.
—Ehh…¿vives muy
lejos de aquí? — hice que mi voz sonara lo más alegre posible. No sé si fue
así, pero..
El chico no dijo
nada. Solo sonrió.Y creo que también me guiñó un ojo. Qué imbécil.
—Me dejas
impresionado, chica. Sígueme.
“No tuve más
remedio que seguir a ese tal Eidan Blake…espero que no haya sido un error…”
¡Pero que le diga ya el nombre! ^^
ResponderEliminarMe ha encantado el capítulo y la personalidad que le das a cada personaje :D
¡Esperando actualización!
¡Gracias Eva! He estado super liada últimamente, prometo capi nuevo pronto :)
EliminarEscribes genialmente, me pasare a leer mas :)
ResponderEliminar¡Muchas gracias Juaan! *_*
EliminarCasualmente, cuando la miraba desde la cabina pensé yo en lo de los tatuajes... Igual que él...
ResponderEliminarPor otro lado, me identifico bastante con tu historia... Me recuerda mucho a la mía en algunos aspectos...
La forma de presentarse ellos dos me ha parecido genial y muy graciosos los pensamientos y comentarios de ambos, intercalando sus personajes en la misma situación.
Lo único que no entiendo muy bien es que ella esté tan espabilada si ha estado tanto tiempo recluída sin hablar o comunicarse con nadie, o al menos eso es lo que sabemos por ahora... Creo que ni siquiera hablaría correctamente en su situación.
Me he fijado en su camiseta... "Unique"... ¿Será ella única y por eso la mantenían encerrada?
Bueno, sigo leyendo!! jejee
¿A que sí? Justo yo también pensaba eso cuando leía la tuya *_*
EliminarMmm pensé en lo que has dicho en su momento, en hacer que no fuera tan espabilada,
pero se supone que era como "superdotada" para su edad, y la raptaron con 11 años.
Además, que no haya socializado con nadie en mucho tiempo, no quiere decir tampoco
que no lo haya hecho, o que no la hayan implantado en el cerebro conductas de actuar o
de ser. Lo que ella recuerda o en este caso no recuerda puede seguir el plan de esos "malos"
que vimos en los capis anteriores...
¡¡Vaya que perspicaz eres!! *_* Solo te has fijado tú en esas cosas, me gusta :)
Me encantan tus comentarios, por cierto (L)